Convencidos de que a pesar de todas las dificultades que existen en el contexto actual para vivir las diversas experiencias y encuentros «físicos» con los miembros de su comunidad, la Pastoral del Colegio La Misión, decidió poner sus ideas en acción, luego de un juicioso discernimiento sobre cómo llegar y abrazar a los hogares de las familias y de la comunidad en general de manera virtual.
Para ellos, este tiempo ha sido muy complejo debido a que todas las actividades que daban el mayor sentido y vida a su labor quedaron suspendidas: misas, liturgias, campañas, oración cantada, entre otras. Por lo tanto, luego de una reflexión en conjunto con sus delegados, llegaron a la conclusión de que a pesar de la distancia física es posible seguir siendo una comunidad que se acompaña y se apoya.
«Debemos hacer algo por quienes hoy más nos necesitan. Por eso, pensando en todos los miembros de nuestra comunidad que no lo están pasando bien, estamos a días de lanzar nuestra campaña solidaria para llevarles todo tipo de acompañamiento con el cariño, las ganas y la alegría que nos caracteriza», señala Gabriela Toro, encargada de Pastoral Familiar.
Pero ¿en qué consiste esta iniciativa? Por una parte, en responder a las familias en sus necesidades espirituales, apoyo médico, compañía virtual, apoyo en las tareas y guardería virtual. Y por otro, unirse a la Parroquia de Calera de Tango para llegar a los más vulnerables de dicha comuna con alimentos para sus mesas que hoy tienen necesidad y hambre.
Es así como la comunidad de voluntarios se organizará para brindar estos diversos apoyos que serán canalizados a través de la página web del colegio. «Es muy importante para la Pastoral Familiar cruzar la frontera de esta pandemia. El sí que damos hoy es diferente. Es un sí que tiene que traspasar una pantalla o llegar a una cuenta RUT. Es un sí, más que nunca, lleno de amor y entrega. Somos un gran equipo que sabe dar y darse, donar y donarse, alegrar y alegrarse con otro, rezar, hablar y cantar. Hoy nuestra comunidad nos necesita», comenta Gabriela.
Finalmente, agrega que hoy es tiempo de dar a manos llenas lo que se nos dio, y que la luz que el Señor encendió en nosotros sea hoy una luz para otros y otras. «Abrazamos a todas nuestras familias, porque esto va a pasar y estoy segura de que vamos a ser una comunidad mucho más grande, linda y fortalecida de lo que ya somos», concluye.
Invitamos a todos los colegios que quieran compartir su experiencia o alguna buena práctica que hayan desarrollado durante este tiempo a escribirnos a comunicaciones@redignaciana.cl