Galo Rivera, profesor Colegio Don Enrique Alvear: «Mi vocación nace al lado de los estudiantes»

29 Sep, 2021 | vida de nuetros colegios

Accidentalmente y «de golpe y porrazo» es como define Galo Rivera, profesor del Colegio Don Enrique Alvear de Cerro Navia (CEA), su acercamiento a la pedagogía. Y no exagera cuando se refiere en esos términos a su llegada a las aulas en el año 2006 ya que, previo a este hecho, su actividad laboral era muy distinta: administrar un centro de internet.

En ese año – con su carrera de auditoría congelada – uno de sus hermanos, profesor de matemática del CEA, le ofreció postular a un cargo como docente reemplazante para el área técnico profesional. Pero Galo no aceptó. «Nunca había pensado en ser profesor. Finalmente, me insistieron hasta que fui a observar una clase ‘sin compromiso’. Pero la verdad es que entré a la sala y se me despertaron las ganas de estar con los estudiantes, de compartir con ellos, de enseñarles cosas que yo sabía. Fue así como terminé aceptando el reemplazo», rememora.

Pero su interés por la pedagogía no quedó ahí y, sin analizarlo mucho, en 2007 ingresó a estudiar la carrera, hecho del que no se arrepiente en absoluto. «Mi vocación nace al lado de los estudiantes. Llevo 15 años en el colegio y en el aula es donde se ven las cosas más maravillosas de ser profesor; pasas a ser parte de la vida de los chiquillos y eso es increíble», sostiene, agregando que una de sus prioridades como docente es tratar de que ellos se vinculen de forma positiva. «Para mí, que tengan una bonita amistad o que sean mejores personas está sobre el hecho de que aprendan contenidos», acota.

Lo anterior, dado, principalmente, el contexto vulnerable en que se encuentra su colegio, hecho que para Galo representa un desafío en el sentido de lograr que ninguno de sus estudiantes se sienta inferior a otro. «Estipular que dentro de la sala son todos iguales – independiente de que afuera seamos todos distintos – es una de mis labores. Me gusta contarle a mis estudiantes mi vida personal, que soy el tercero de cinco hermanos, que viví en población con condiciones difíciles y que a pesar de eso somos todos profesionales. Les hago ver que no soy muy distinto a ellos, que me tuve que esforzar y que ellos tienen muchas más oportunidades que las que nosotros tuvimos», asevera.

Si bien en la actualidad Galo Rivera es docente de Administración del área técnico – profesional del CEA, su afición por el arte lo llevó a ofrecer talleres folclóricos y a crear el grupo de folclor para ex alumnos «Bafohira», actividades que pudo desarrollar hasta antes del estallido social y de la pandemia. Así también en 2013 comenzó a integrar la comisión EnRedArte de la REI, experiencia que describe como «muy gratificante», porque le ha permitido involucrarse con otras disciplinas artísticas.

Es esta integralidad y el vínculo potente que ha forjado con sus estudiantes lo que hace que Galo se sienta un educador ignaciano. «Ha sido una etapa de ir descubriendo. Me acuerdo de que los primeros años se me invitó a conocer la vida de Ignacio de Loyola; con el tiempo me fui involucrando y ha sido un proceso que, creo,  tiene que ir de la mano con el proyecto educativo», señala.

Finalmente, sobre cómo imagina el fin de su vida laboral, este docente asegura que sería agradeciendo. «Me daría mucha nostalgia mirar para atrás, pero comenzaría una etapa de dar gracias a la vida por darme tanto, por todo lo vivido… sin duda, al mirar todos los objetos que atesoro con mucho cariño me voy a acordar de todo lo significativo de mis años como profesor», concluye.