La semana del colegio, sin duda, es una tiempo que muchos estudiantes esperan, no sólo porque es sinónimo de actividades lúdicas y recreativas, sino porque además, se propician espacios y encuentros para esta con el otro en un contexto distinto.
Si bien como ya es sabido este año el panorama fue diferente para todos los establecimientos, en el Colegio Padre Hurtado y Juanita de Los Andes no quisieron darse por vencidos y llevaron adelante este periodo de celebración a pesar de las circunstancias. Los principales organizadores: su Centro de Alumnos.
Aminta Luarte, su presidenta, explica que todos los septiembre celebran la semana del colegio con gran entusiasmo y expectación. Con ese mismo espíritu fue que motivaron a los estudiantes a ser parte de estas alianzas virtuales cuyo tema fue las etapas de la vida: niñez, adolescencia, adultez y vejez. ¿El por qué de esta elección? «La importancia de la familia y de todos sus miembros en este tiempo de pademia donde el núcleo familiar se ha vuelto fundamental y hemos tenido que compartir con todos en casa», detalla Aminta.
En ese marco, organizaron una serie de actividades para grandes y chicos: una tarde comunitaria en que cada alianza presentaba reyes y donde por primera vez participaron profesores; una serie de juegos online; pasatiempos para los más pequeños y actividades como karate y cocina, entre otros.
Aminta destaca la buena disposición de todos en esta celebración, especialmente, de los niños más pequeños, cuya participación depende en gran medida de sus padres. «Al comienzo, los más grandes estaban desmotivados, porque pensaron que iba a haber actividades mucho más simples por ser online, pero después cuando vieron que todo estaba tan movido se ‘pusieron las pilas’ y lo hicieron muy bien», comenta.
Gonzalo Barbagelata, profesor asesor del Centro de Alumnos, señala que si bien en el camino tuvieron dificultades, como por ejemplo, en temas técnicos, finalmente pudieron resolverlas transmitiendo las actividades vía Youtube. «En cada transmisión se conectaron alrededor de 450 personas y después teníamos 1400 reproducciones distintas en las instancias más grandes. Ese fue un gran desafío y lo logramos. Estamos súper orgullosos del trabajo de los chicos, porque conseguimos que la comunidad prendiera», dice.
El docente agrega el objetivo esta semana fue entregarle a la comunidad entera una espacio distinto en el que se pudieran desconectar de la rutina, conectándose con otras cosas y con el otro. «Una de las cosas más bonitas que se dio fue reencontrarse con personas que no se veían hace un buen rato. Se generaron reencuentros interesantes; quisimos unir a la comunidad y tener un espacio para conectarnos no en base a la pandemia, sino que en torno a la celebración», concluye.
