Hoy, en Chile, 222 mil niños, niñas y jóvenes están fuera del sistema escolar por su extrema vulnerabilidad y pobreza, requieren de escuelas de reingreso y otros dispositivos que entiendan su realidad y sepan cómo lograr que recuperen sus trayectorias educativas.
Actualmente, existen poco más de una decena de escuelas de reingreso en el país -5 son de fundación Súmate-, y lo que se requiere es que el Consejo Nacional de Educación, que tiene ahora en sus manos la decisión, apruebe la modalidad educativa de reingreso, que está respaldada por el Ministerio de Educación y la gran mayoría de diputados y senadores.
Esto permitiría que el 2020 se contara con financiamiento estable para estas escuelas especializadas. Esta propuesta propone aumentar en 10 mil millones de pesos el presupuesto anual de educación. Es decir, apenas un 0,08% del presupuesto actual. A esto habría que agregar recursos para los actuales proyectos educativos de reingreso. Estas medidas asegurarían el comienzo de una cobertura nacional para estos niños, que se concentran en los conglomerados urbanos más populosos del país, creando una escuela de reingreso en cada región.
Simbólicamente, reunir 10 mil firmas representa a 10 mil niños, niñas y jóvenes que recuperarán su trayectoria educativa en los próximos 3 años si se aprueba la modalidad educativa de reingreso. “La invitación es a firmar por ellos y por los 222 mil que están diciendo presente a diario en el lugar equivocado: en la esquina, en la caleta, en un trabajo mal remunerado, en cualquier parte, menos en una sala de clases”, insistió Liliana Cortés, directora de Fundación Súmate.