Tres etapas “Loyola” y una “Manresa” se desarrollaron durante el Primer Semestre de este año en el marco del Programa Amar es Servir (AES) – que funciona al amparo de la Escuela de Educadores y Directivos de la REI – formando a 104 educadores de nuestros colegios y escuelas, creciendo así en un 25% más en relación al 2022.
El objetivo de este Programa es brindar apoyo en la formación de los educadores/as de nuestros colegios y escuelas en diversos temas como análisis de la realidad, espiritualidad y educación jesuita. Todo ello, fortaleciendo la adhesión identitaria.
AES consta en total de cuatro etapas: Loyola, Manresa, París y Roma. Cada una de ellas reúne a un grupo de educadores provenientes de los colegios y escuelas de la REI quienes, durante una semana y en régimen de internado, viven cada experiencia acompañados por colaboradores externos de la Escuela de Educadores como Nelson Montaldo, Carolina Puga, Pablo Astudillo, Rodrigo García S.J., entre otros.
Sobre su experiencia, Carola Puga comenta que acompañar en este proceso a docentes es de mucho agradecimiento por todo lo que se vive durante toda la semana. “Uno va viendo cómo cada uno de los educadores hace su propio proceso personal no sólo en el área espiritual y pedagógica, sino que en todos los aspectos de su vida. Además, se crea una comunidad muy íntima, profunda y de mucha confianza para compartir y acompañarse mutuamente”, explica.
Consultada sobre el ánimo de los participantes al iniciarse Loyola – que es la primera experiencia del programa – manifiesta que los educadores llegan con incertidumbre de lo que se va a vivir y preocupadas/os por sus familias y trabajo. “No conocen a nadie y se ven expuestos a participar en actividades que crean ciertas tensiones. Pero después de la primera actividad comienzan a relajarse y sentir que todos viven lo mismo y que son parte de ‘algo más grande’”, dice. Añade que, al término y después de vivir una semana compartiendo sus alegrías, dolores y vivencias, crean una comunidad, donde hay fuertes sentimientos de cariño y alegría. “Se van conscientes de la importancia de su labor de acompañantes y motivados por los desafíos que representa esto hacia sus estudiantes”, destaca.
Gigliola Nordetti, psicopedagoga del Colegio San Ignacio El Bosque vivió este año la etapa “Manresa”. Considera que la experiencia fue muy completa, ya que se abordaron temas que invitan a profundizar sobre la manera de proceder y en su misión como educadora. “Me pareció una experiencia muy enriquecedora, ya que se realiza como comunidad, junto a otros colegios de la REI, lo cual aporta a generar un análisis mucho más profundo de los diferentes temas y desde los distintos contextos que nos rodean”, dice.
En ese sentido, subraya que son varias las reflexiones que quedan tras la experiencia, sin embargo, comenta que la que más la marcó fue la relativa al liderazgo ignaciano, el cual -señala – es un proceso de formación que te invita, a través del permanente discernimiento, al autoconocimiento, profundizando en tus fortalezas y debilidades con la finalidad de llevar a cabo la misión como educadores, a través de nuestro modo de proceder, al servicio de nosotros mismos y de los demás. “En Manresa realizas un examen de conciencia acerca de cuál es tu estilo de liderazgo y de qué manera lo ejerces con otros. Esto genera que logres profundizar acerca de este tema y te responsabilices y empoderes del liderazgo ignaciano que continuarás ejerciendo durante tu trayectoria como educador”, explica.<
Cabe mencionar que para el Segundo Semestre de este año, el Programa Amar es Servir tiene planificado 2 experiencias más de Manresa, un París y un Roma.
