Un proceso que siempre se había hecho de manera presencial en Santiago y en algunas ocasiones en regiones. Así se definía hasta hace pocos meses la inducción de educadores nuevos que, año a año, organiza nuestra red con el fin de acoger y acompañar a quienes se incorporan a nuestros colegios y escuelas, compartiendo la identidad y misión, entre otros.
No obstante, dada la contingencia actual, el equipo decidió volcarla al mundo virtual. De esta manera se convocó en diversos encuentros online a 180 educadores quienes durante este proceso caminaron de la mano de los encargados de Formación y profesores de los colegios y liderados por los miembros de la REI Susanne Karow, Macarena Rubio y Cristian Rodríguez SJ. Todos ellos actuaron como animadores y acompañantes del proceso.
«La inducción nos ponía en una situación de reunir a la red en torno a algo que todos los colegios necesitaban, tanto de la Asociación como de Fe y Alegría, desde Antofagasta hasta Puerto Montt. Esta situación nos mostró que valía la pena hacerlo de una forma nueva. Nos hicieron pensar como red de una manera distinta, abriéndonos a la posibilidad de replantear lo que hemos venido haciendo hasta ahora», señala Cristian Rodríguez SJ.
Por su parte, Macarena Rubio subraya y valora la experiencia de trabajo colaborativo con los homólogos de Formación de la REI que participaron animadamente. «Esto nos ha puesto en el horizonte el significado del trabajo en red. Ha sido una tremenda oportunidad de estar juntos, de compartir experiencias, de visualizar una misión común, y eso hace que cada uno valore el sentido de la red. Los educadores que habían entrado en nuestras comunidades no habían podido percibir eso y esto buscó, de alguna manera, acogerlos y acompañarlos en su entrada laboral. Ha sido un modo muy propio de salir al encuentro», dice.
Respecto a la metodología utilizada, Susanne Karow, indica que cuando hicieron el levantamiento de temas, los propuestos por los encargados de Formación de los colegios coincidieron con los que estaban considerados para la inducción presencial, pero enfatiza que llevarlos a clave virtual es muy distinto. «Pensar en la metodología fue un desafío, pero creemos que fue la apropiada, ya que fue variada y nos permitió encontrarnos en grupos diversos, propiciar la lectura adicional, ver videos, entre otros», señala agregando que siempre tenían como fin último dar respuesta al bien más universal y en eso primó la colaboración, coordinación, la empatía y cariño.
Finalmente, Cristian Rodríguez SJ agrega que si bien la inducción les permitió colaborar con los educadores nuevos en su entrada a la REI en temas más prácticos, las temáticas apoyaron la comprensión de su identidad. «Eso tiene que ver con comprender y conocer nuestro modo de proceder al incorporarse a una espiritualidad. Los temas elegidos apuntaban a eso y hay un recorrido, progresión, continuidad y lógica», concluye.
Testimonios:
Andrés Pino, Psicólogo, Escuela San Ignacio de Loyola Valparaíso «La inducción ha sido fenomenal. Superó todas mis expectativas y, finalizando el proceso, no solo siento que he integrado la visión del la red a mi quehacer profesional, sino que siento que los objetivos de la red convergen con mis propósitos humanos y profesionales y eso me genera una tremenda satisfacción. Para mí, lo virtual no fue un punto en contra, pues pude conectarme con los mensajes y los ejercicios que nos proponían, encontrando muchas veces paz, alegría y reflexión. Creo que estamos en esta red para formar personas que les permitan transformarse en agentes de cambio en la sociedad, privilegiando el servicio a los demás como una entrega humana. Esta reflexión me hace mucho sentido y estoy direccionado hacia el mismo lugar. Estamos en este mundo para servir a los demás». |
Sofía Espinoza, Educadora Diferencial, Colegio Nuestra Señora del Camino «La inducción me pareció excelente y estoy muy agradecida de que la REI haya generado esta instancia para conocer sobre la comunidad y a otros colegas que, al igual que yo, son nuevos. A pesar de que la inducción fue de manera virtual pude sentir la cercanía de cada uno y la motivación que sienten por educar a niños y jóvenes empoderados, que sean agentes de cambio, respetuosos, responsables y empáticos, preocupados por su bienestar y por el de los demás. El momento que más me marcó fue el de la pausa ignaciana, ya que nunca lo había hecho y quedé con una sensación de tranquilidad y bienestar. Es algo que sí o sí volvería a repetir». |
Mauricio Cavalli, Director de Pastoral, Colegio San Luis de Antofagasta (Acompañante) «Participar en el proceso de inducción fue muy significativo. Fue muy bonito trabajar con homólogos de otros colegios, teniendo un objetivo en común. Acá en Antofagasta a veces nos sentimos poco acompañados, entonces es una sensación especial saber que hay un lenguaje, una identidad y una espiritualidad que nos une sintiéndonos parte de una red que te sostiene y te acoge. Destaco el momento de la pausa ignaciana, que reunió a más de 150 personas de distintos colegios. Con ello pude dimensionar el para qué estábamos haciendo las cosas. Es un impacto tremendo ver a las personas conectadas escuchando y viviendo la misma experiencia que tú. Ahí se dimensiona la posibilidad de trabajar en conjunto, de compartir la experiencia y la identidad que nos une». |